Prostatitis: dolorosa alerta
posted on
Oct 06, 2009 10:49PM
Crystallex International Corporation is a Canadian-based gold company with a successful record of developing and operating gold mines in Venezuela and elsewhere in South America
Slow news day...what can I say. Do your own DD |
Escrito por Redacción |
miércoles, 12 de agosto de 2009 |
****La inflamación de la glándula prostática suele aparecer por infección bacteriana o de otros microorganismos, y se manifiesta con escalofrío, dolor en genitales y dificultad para orinar o eyacular. Por suerte, puede erradicarse cuando se detecta oportunamente. La prostatitis es una de las tres causas de consulta más frecuentes en los consultorios de los urólogos, tan sólo detrás del cáncer de próstata y de la hiperplasia benigna prostática. Dicha enfermedad es muy frecuente entre los hombres de 20 a 40 años y, aunque parezca obvio, vale decir que afecta a la próstata, glándula del aparato reproductor masculino que tiene la función de segregar un fluido que ayuda a la transportación de los espermatozoides. El Dr. チngel Vélez Laguna, urólogo explica que la causa más frecuente de prostatitis se relaciona con la presencia de bacterias, aunque en algunas ocasiones el agente precursor de la inflamación es un virus o un hongo. Además, cuando se efectúa un procedimiento armado (término que se refiere a la introducción de algún aparato en las vías urinarias para realizar exploración), como es el caso de una endoscopía o la colocación de una sonda para un drenaje urinario, también se corre el riesgo de afectar la zona de la próstata y, con ello, generar una inflamación.
Síntomas variados Sería muy difícil que un especialista equivocara el diagnóstico de esta enfermedad, toda vez que existe una gran variedad de síntomas que le muestran el camino. En principio, puede haber desde leves molestias en la parte baja del abdomen hasta un malestar intenso en la zona perineal, es decir, “el espacio que se encuentra entre el escroto y el ano, y que es una zona llena de músculos que pueden sufrir contractura (contracción persistente e involuntaria) con facilidad”, dice el Dr. Vélez Laguna. Las señales de alerta también incluyen frío o escalofríos, dolor en los genitales y sensación de quemazón al orinar. ”Algo más específico es la salida de una secreción a través de la uretra (conducto que lleva la orina al exterior del cuerpo), así como la disminución del flujo urinario y la dificultad para orinar y eyacular”. Por otra parte, al defecar puede generarse dolor, ya que la materia fecal puede hacer presión sobre la próstata. En ocasiones llega a reportarse hematuria, es decir, sangre en orina, así como hemoespermia o sangre en el semen. “La orina del paciente puede adquirir un olor sumamente desagradable y penetrante, y aunque parezca que no tiene relación alguna, también es posible la presencia de dolor en la espalda, síntoma que podría confundirse con una lumbalgia”, afirma.
Recuperación La prostatitis aguda tiene buen pronóstico siempre y cuando se acuda al médico en el momento que se presenten las primeras manifestaciones. Vale la pena mencionar que cuando se deja pasar el problema y se decide soportar las molestias con estoicismo, se corre el riesgo de que el padecimiento se vuelva crónico (de larga duración) y de que requiera un tratamiento prolongado y tortuoso. En principio, relata el especialista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el abordaje médico para los casos de prostatitis aguda (de aparición súbita) tendrá como base la prescripción a antibióticos que forman parte de la categoría de las sulfas y las quinolonas, pues se ha observado que los tejidos de la próstata son más receptivos a dichas sustancias. Cada médico determinará el tiempo que se deban ingerir los fármacos, pero el promedio oscila entre 10 y 15 días (de manera continua). Por otra parte, cuando la enfermedad es crónica, el tratamiento puede alargarse hasta 12 semanas. Empero, es probable que la rehabilitación se complemente con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y los llamados bloqueadores alfa, que tienen la función de relajar el músculo liso que hay en próstata y uretra, con lo cual se facilita la movilización de las secreciones de la glándula afectada, al tiempo que disminuye el proceso inflamatorio. La medicación debe acompañarse de algunos cuidados generales, como la ingestión de entre 2 y 2.5 litros de agua al día para provocar una diuresis, es decir, que aumente la frecuencia y volumen de la micción (acto de orinar). “Es como si se hiciera un ‘barrido’ de las bacterias que pudieran encontrarse en el tracto urinario”, explica el entrevistado, y agrega que el paciente “debe evitar el consumo de alimentos irritantes y condimentados. El refresco, el café y el alcohol están fuera de la dieta, por supuesto”. |